Había una vez en mi pueblo un matrimonio
Rubio como una mantequilla
Yo puedo dar mi fe y mi testimonio
Que lo que digo no es ninguna mentirilla
Del matrimonio nacieron nueve hijos
Ocho salieron rubiecitos
Yo lo vi, a mí nadie me lo dijo
Que el noveno resultó ser bien negrito
El marido soportó por muchos años
Pero a la larga el silencio le hizo daño
Y decidió confesar a su mujer
Así lo hizo y ahora ustedes van a ver
Oye Capullo, a todos los quiero igual
Oye Capullo, a todos los quiero igual
Todos son angelitos y los llevo aquí en el alma
Pero hablemos del negrito, sin perder la calma
Dime Capullo, ¿es hijo mío el negrito?
Dime Capullo, ¿es hijo mío el negrito?
Y ella le contestó, y ella le contestó
Oye Sorullo, el negrito es el único tuyo
Oye Sorullo, el negrito es el único tuyo
¿Cómo puede ser?
Oye Capullo, a todos los quiero igual
Oye Capullo, a todos los quiero igual
Todos son angelitos y los llevo aquí en el alma
Pero hablemos del negrito, sin perder la calma
Dime Capullo, ¿es hijo mío el negrito?
Dime Capullo, ¿es hijo mío el negrito?
Y ella le contestó, y ella le contestó
Oye Sorullo, el negrito es el único tuyo
Oye Sorullo, el negrito es el único tuyo
Y aquí la bomba explotó, el matrimonio acabó
Ella se fue con los ocho y él con el negro cargó
Ella se fue con los ocho y él con el negro cargó